"Si no se puede jugar, la idea es tomar la decisión temprano", la frase fue del árbitro del encuentro Fernando Rapallini  y así sucedió, desde ayer y durante toda la mañana de hoy la lluvia fue constante en la zona de Avellaneda.

Eso trajo varias complicaciones, algunas relacionadas con el campo de juego y otras no: una de las dos bombas de agua de drenaje no funcionaban y su repearación no era sencilla, los bancos de suplentes no estaban en condiciones y desde la policía afirmaron que no podrían prestar el servicio de seguridad habitual considerando la gravedad del temporal en Azul y Bahía Blanca, desde donde llegaría la infantería.

Además desde Independiente la idea era preservar el campo de juego en condiciones porque hay que recordar que el equipo de Gallego tiene (además de éste) 2 partidos seguidos en condición de local, el partido del jueves a las 21:45 ante la Universidad Católica de Chile por la Copa Sudamerican y el próximo lúnes ante Lanús por el torneo local. Ambos Cuerpos técnicos estuvieron de acuerdo con la desición, hay que recordar que Tigre también tiene compromiso por Sudamericana, debe enfrentar a Cerro Porteño de Paraguay.