Huracán se clasificó este jueves a la noche a la final de la Copa Sudamericana tras empatar con River 2 a 2, en la semifinal del certamen disputada en el estadio Tomás A. Ducó de Parque Patricios, y ahora definirá el título con Independiente Santa Fe de Colombia.

El conjunto de Parque Patricios se imponía con los goles de Patricio Toranzo, a los 2 minutos, y Ramón Abila, a los 25, ambos en el primer tiempo.

En el complemento, River llegó a la igualdad con dos goles del uruguayo Rodrigo Mora, a los 24 y 37, pero terminó jugando con diez hombres por la expulsión de Carlos Sánchez, a los 45.

En el partido de ida, disputado en el estadio Monumental, el "Globito" se había impuesto por 1 a 0.

Huracán salió decidido a no darle ningún resquicio a River y, por ese motivo, apretó bien arriba, contra un "Millonario" que tardó en despertarse.

Sobre los 2 minutos, un largo pelotazo de Nervo, que fue a buscar Ábila, obligó a la salida apurada de Barovero, quien rechazó con un puñetazo, pero, de frente, Toranzo remató al arco y abrió el marcador.

En ese contexto, los nervios comenzaron a hacer mella en River y, algo desbocados, fueron los dirigidos por Marcelo Gallardo en busca del arco de Marcos Díaz, exponiéndose a algún contragolpe del "Globo".

River avisó a los 7, cuando Vangioni -quien jugó más en el mediocampo- envió un centro que Alario cabeceó solo, pero débil a las manos de Díaz.

El equipo de Gallardo era todo desconcierto, nadie era el conductor, ni por derecha, ni por izquierda, y Huracán supo hacerse fuerte en el mediocampo con un Vismara tiempista y un 
Toranzo impecable.

La falta de sincronización de una línea de tres defensores que puso Gallardo fue evidente y eso fue casi sella la derrota de River, porque, a los 25, Bogado habilitó a "Wanchope" Ábila, quien dejó desairado a Barovero con un toque por encima y definió con un cabezazo sutil.

River tenía muchos inconvenientes, básicamente propios, para poder llegar al área de Díaz, porque Sánchez y Casco se superponían posiciones y además Huracán era simple a la hora de elaborar sociedades, además de tener a un Ábila iluminado, y, sobre los 35, Barovero debió exigirse para enviar al córner un remate de Montenegro.

En el complemento, Gallardo implementó dos cambios, casi de urgencia, y mandó al uruguayo Camilo Mayada por un Casco intrascendente y al juvenil Gonzalo "Pity" Martínez por un Vangioni que nunca gravitó.

River se adelantó en el campo de juego, intentó abrir las puntas y tener juego asociado, pero la defensa de Huracán estuvo siempre atinada, tanto por Mancinelli como por Nervo, quienes se 
encargaron de desbaratar cualquier intento.

Antes de los 10 minutos, Huracán perdió a Espinoza y River logró un poco de alivio en la defensa, aunque siempre estuvo latente el peligro de Ábila.

Cuando nada lo hacía prever, Gallardo mandó a "Lucho" González por un Ponzio que estaba en la cornisa, y, tras un toque de Alario, Mora sacó un tremendo remate que se clavó en el ángulo superior derecho de Díaz, para transformarse en el descuento.

River estuvo más concentrado, ante un Huracán que pareció relajado en el final del partido, y, a los 30, Alario quedó mano a mano con Díaz, pero el arquero del "Globito" salvó la caída de su valla, en lo que parecía el empate.

Exhausto por el sacrificio realizado, Huracán perdió algunas marcas y dejó ciertos espacios que River, algo mejor plantado que en el inicio, supo sacarle algún provecho.

Sobre los 37, "Lucho" González envió un centro desde la derecha y encontró mal parada a la defensa de Huracán, el balón le quedó a Mora y el uruguayo no perdonó a un Díaz que nada pudo 
hacer.

En el final, River intentó con más ganas que fútbol, pero nunca pudo quebrar la resistencia de Huracán, que logró alcanzar la final de un torneo internacional por primera vez en su historia.