El gol del conjunto que conduce Néstor Apuzzo, que con el título se clasificó a la Copa Sudamericana 2015, lo anotó el volante chileno Edson Puch, a los 21 minutos del primer tiempo.

Los 45 minutos iniciales mostraron a un Huracán muy sólido en defensa, combativo en la mitad de la cancha y rápido y punzante en ataque, con interesantes trabajos de Federico Vismara, Cristian Espinoza y Patricio Toranzo.

El equipo de Apuzzo, con un 4-2-3-1, no tuvo un fútbol vistoso, pero sí tuvo destellos de claridad y en uno de ellos se puso arriba en el marcador con el gol de Puch, luego de una gran jugada de Espinoza por la derecha, a los 21 minutos.

Es más, sobre el final, Huracán casi amplía la ventaja, pero Ramón Ábila definió mal un mano a mano frente a Marcelo Barovero, después de un pase brillante de Toranzo.

River, a todo esto, ofreció poco y nada en ataque y mostró serias falencias en defensa, especialmente por la izquierda, donde Camilo Mayada y Ramiro Funes Mori "padecieron" a Espinoza.

El equipo de Marcelo Gallardo, con un 4-4-2 -por momentos mutó a un 4-3-1-2-, dependió exclusivamente del juego de Gonzalo Martínez, pero el ex Huracán no tuvo una buena noche.
Esto sumado a los pobres rendimientos de Carlos Sánchez, por la derecha, y de Ariel Rojas, por la izquierda, y a la escasa participación de Fernando Cavenaghi y Rodrigo Mora, derivó en que el arquero Marcos Díaz fuera un espectador de lujo.

El inicio del segundo tiempo fue una continuidad del primero, con un Huracán más fino y profundo y un River carente de fútbol e ideas.

En ese contexto, Espinoza, uno de los puntos altos de su equipo, pudo haber sentenciado la historia, a los 8 minutos, pero definió mal una buena jugada colectiva.

Sin embargo, River, con el transcurrir de los minutos, mejoró, a partir de los ingresos de Leonardo Pisculichi y Sebastián Driussi por Sánchez y Rojas, respectivamente, y tuvo el empate en tres ocasiones con el mismo protagonista: el uruguayo Mora, a los 21, 31 y 41 minutos, sucesivamente, y otra más con Cavenaghi, a los 42.

Pero ahí apareció la figura de Marcos Díaz y le dio la gloria a Huracán, que se quedó con la tercera edición de la Supercopa Argentina 2015, que previamente tuvo como campeones a Vélez Sarsfield (2104) y Arsenal de Sarandí (2013).
 

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