"Esto es consecuencia de todo lo que pasó en la semana. No nos quisieron dejar hacer el reconocimiento de campo en el Morumbí ayer (por el martes). Después pusieron trabas para dejarnos hacer el precalentamiento en la cancha", sostuvo el técnico de la entidad
de Victoria, enojado por la situación que atravesaron tanto el cuerpo técnico como sus jugadores.

Porque su ayudante, Jorge `Cacho` Borelli mostró los signos evidentes de haber sido golpeado por personal de seguridad ("patovicas grandotes", según la definición del propio Gorosito),
del mismo modo que los jugadores Damián Albil, Lucas Orban, Matías Escobar, Rubén Botta y Martín Galmarini, entre otros, también resultaron con lastimaduras.

"Nos amenazaron con revólveres. Una locura, uno de los de seguridad sacó un revólver y apuntó a (Damián) Albil", agregó el entrenador.

En la misma sintonía, el lateral Lucas Orban también responsabilizó de lo sucedido a los hombres de seguridad, contratados por la Federación Paulista, que intervienen generalmente en los encuentros que se disputan en el estadio Morumbí.

"La seguridad nos pegó con palos y bancos. Nos esperaron al finalizar el primer tiempo y nos atacaron. La verdad, una vergüenza todo lo que ocurrió", advirtió el ex River Plate.