En medio de una próspera pretemporada, en la que Ramón Díaz por fin empieza a contar con los refuerzos requeridos, River se presentó en el Padre Martearena con lo mejor que tenía en el vestuario. El debut de Osmar Ferreyra, junto con la participación de Manuel Lanzini y la promesa de Giovanni Simeone le daban al “Millonario” una jerarquía muy por encima de la propuesta de Central Norte.

La diferencia de categoría era muy notoria en las intenciones de los protagonistas. La agresividad del conjunto porteño obligaba a los salteños a apostar por el contragolpe. Sin embargo, la primera situación de riesgo llegó a los 18 minutos, cuando “Manu” Lanzini desparramó rivales por el camino y probó con un remate de larga distancia que muy bien pudo resolver De Georgis.

Curiosamente, sesenta segundos después los salteños lograron llegar por primera vez al arco de Marcelo Barovero y provocaron mucho daño: Leandro Martínez aprovechó una pelota en profundidad y ante la salida del arquero marcó el 1 a 0 para el delirio de todo el público presente. La sorpresa fue tan grande que a River le costó mucho reaccionar después del golpe recibido.

En el inicio del complemento el “Millonario” pudo llegar al empate gracias a la viveza e insistencia de Carlos Luna. El “Chino” aprovechó un error defensivo y al quedar mano a mano frente al arquero no supo definir. La rápida salida de Carlos De Georgis fue fundamental para mantener la valla invicta. El cordobés se agigantó ante el delantero y gracias a su intervención, Central Norte mantenía la mínima diferencia.

El sol caía detrás de las tribunas y al equipo de Ramón Díaz se le venía la noche. La falta de definición y la enorme figura de De Georgis formaban una combinación letal para los intentos ofensivos del elenco de Núñez. Sobre los 20 minutos, el cordobés tuvo que aparecer nuevamente para realizar una doble tapado con los pies y ahogar los gritos de Lanzini y Luna.

El pitazo final de Daniel Nolasco le dejó un sinsabor a Ramón Díaz, que le permanecerá por un tiempo, dado que el riojano puso lo mejor que tenía y no pudo con un equipo sólido en defensa, áspero en el medio y efectivo en el ataque, pero que en conjunto era mucho más débil que el de la banda roja. La revancha para cambiar la opaca imagen que dejó River será el próximo miércoles, en el último encuentro amistoso que tendrá en la provincia del norte.