Atlético Madrid no sacó mayores ventajas en el Vicente Calderón en el partido de ida por las semifinales de la Liga de Campeones . Empató 0-0 con Chelsea en un encuentro casi sin emociones, con un juego chato y defensivo. El arquero del conjunto inglés, Petr Cech, se fue lesionado a los 15 minutos del primer tiempo. Lo reemplazó el australiano Mark Schwarzer, de 41 años.

No le preocupó nunca al Chelsea la posesión de la pelota ni ganar el choque. Jamás arriesgó. En su rigor táctico, en ese ritmo lento y de constantes interrupciones en el que llevó el duelo, enredó al equipo rojiblanco durante casi todo el encuentro, le dio la posesión sin ninguna duda y le propuso un problema de complicada resolución. No se sintió cómodo el Atlético en ese partido, en ese ejercicio de paciencia, toque e insistencia, alejado de su clásico contragolpe.

En el primer tiempo, Atlético tuvo apenas un par de disparos desde lejos, uno de Mario Suárez y otro de Diego Ribas. El brasileño, hoy sin la determinación y profundidad que pide su rol en el equipo, fue titular en lugar del delantero David Villa.

En el complemento, el Cholo Simeone adelantó a Raúl García a la delantera, desplazó a Diego Ribas a la izquierda, a Koke a la derecha y diseñó un nuevo mecanismo, con más remate dentro del área. En ese choque tan táctico, tan cerrado, los colchoneros festejaban cada córner como si fuera un penal. El final fue un imaginable e inamovible empate.