A lo largo de su vida, Jonah Lomu cosechó el respeto de sus compañeros, rivales y amigos. Por eso, su muerte fue un duro golpe para el mundo del rugby. Ayer, en el funeral público que se realizó en el estadio Eden Park, de esta ciudad, en donde los fanáticos saludaron en su memoria, los allegados al crack neozelandés improvisaron un emotivo haka, la tradicional danza maorí que hacen los All Blacks antes de cada partidos.