"Son momentos sin precedentes y dificultosos para FIFA. Lo de ayer causó una conmoción en el fútbol y las acciones probadas manchan al fútbol", admitió el mandamás suizo, que de esta forma confirmó los hechos de corrupción denunciados por la Justicia estadounidense.

Sin embargo, Blatter afirmó que "la FIFA no puede controlar a todos todo el tiempo" y que "no voy a permitir que las acciones de unos cuantos destruyan el trabajo duro de otros".
 

"Van a llegar más noticias malas. Pero es necesario recuperar la confianza en nuestra organización", dijo el hombre que está al frente de la misma desde 1998. "Este es un momento clave. Más debemos hacer para que más gente se comporte de manera responsable fuera de la cancha, donde no hay árbitros", observó.
 
Luego ratificó que este viernes se realizará la elección en la que aspira a obtener la presidencia por otros cuatro años: "Mañana el Congreso tiene la oportunidad de iniciar un camino largo y difícil para recuperar la confianza".