En los pasillos del Estadio Único, y mientras los hinchas de Estudiantes se retiraban aún invadidos por la alegría del triunfo, un joven pincha fue apuñalado, luego de cruzarse con un grupo de simpatizantes de Gimnasia, entre los que se encontraban los dirigentes, allegados y algún que otro "infiltrado" que compró su entrada.

El hincha de Estudiantes recibió una herida de arma blanca en la espalda y si bien fue trasladado hasta el Hospital San Roque, en la localidad de Gonnet, su estado no es de gravedad, según informaron fuentes policiales.

"Nos retirábamos en grupo (de cinco personas) cuando unos treinta hinchas de Gimnasia nos acorralaron. Ahí nos agarramos a las trompadas y uno de ellos saca un cuchillo y hiere a mi amigo", sostuvo otro simpatizante Pincha, en declaraciones a medio gráfico.

A la hora de buscar responsables, la mirada se posicionó, primero, sobre los dirigentes del Lobo. Es que, en teoría, eran los únicos hinchas visitantes que podían estar en el estadio. Sin embargo, Javier Mor Roig, secretario general de Gimnasia, quien denunció que habían mucho más simpatizantes del Lobo que lo permitido.

"Nosotros teníamos una delegación de 50 personas, entre dirigentes y allegados. Hubo un episodio que no nos gustó. Les dejaron vender entradas a los no socios, cosa que a nosotros no nos dejaron. Así fue que hinchas de Gimnasia pudieron comprar entradas. Lo cierto es que de los 50 pasamos a ser 300 en un sector. Había gente que uno podía conocer de vista, pero no sabía quién era", dijo el dirigente.

Además, Mor Roig negó haber participado de los incidentes, aunque reveló que los vivió de cerca. "Sólo vimos un revuelo, gente corriendo. No fue muy grande, a los pocos minutos se calmó, después nos enteramos de que hubo un herido. Pero no sabemos bien cómo fue", agregó.

Así, se abrió la posibilidad de que hinchas de Gimnasia infiltrados hayan sido los autores de la agresión. Lo único cierto es que la violencia sigue más que presente en el fútbol argentino.