La jueza argentina María Servini de Cubría, la única en el mundo que investiga los crímenes de la dictadura (1939-1975) y la guerra civil españolas (1936-1939), comenzó este lunes a entrevistarse en España con víctimas del franquismo para oír sus testimonios de represión, fusilamientos y tortura.

La magistrada llegó el domingo al País Vasco, en el norte de España, y este lunes debía oír la historia de Félix Padín, de 97 años, quien afirma que fue internado en un campo de concentración, informó un portavoz de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA), agrupación de unas 100 asociaciones de víctimas.

Por un problema técnico, la jueza no pudo "tomarle declaración en el juzgado de Miranda de Ebro" pero sí "hacer una vista a este señor que está bastante enfermo", explicó, precisando que el martes Servini debe tomar testimonio a los octogenarios hermanos Julien y Elisa Kalzada en la localidad vasca de Guernika, cuyo bombardeo en 1937 fue inmortalizado por Picasso.

Como todas las víctimas que la magistrada quiere interrogar en España, estas tres personas "por su condición física y/o avanzada edad, no pueden trasladarse ni a Buenos Aires ni a un consulado", explicó la CEAQUA.

En diciembre, un grupo de querellantes viajó a Argentina para testificar ante Servini, quien en septiembre pidió además que se abriesen los consulados de su país en todo el mundo para recibir denuncias.

Las asociaciones de víctimas denuncian más de 110.000 desapariciones forzosas y hasta 300.000 bebés robados, pero sus querellas chocan con la reticencia a investigar de la justicia española, escudada en una ley de Amnistía de 1977, pese a que Naciones Unidas urgió varias veces a España a impartir justicia a los represaliados por el franquismo.

Valiéndose del principio de justicia universal, éstos acudieron ante la justicia de Argentina, donde Servini abrió en 2010 una causa por "delitos de genocidio y/o lesa humanidad".