Se cumplen mañana sábado 18 de julio veintiún años del atentado a la AMIA, el peor ataque terrorista  de la historia argentina después del bombardeo de Plaza de Mayo en 1955. La agresión causó la muerte de 85 personas y heridas a otras trescientas. Jamás se esclareció quiénes fueron los ejecutores del hecho y sus cómplices, locales o internacionales. Y todavía no se realizó el juicio por encubrimiento, por el cual se les ha prohibido la salida del país a los procesados Carlos Menem, el exjuez federal Juan José Galeano, el exfiscal Eamon Mullen y el director de la DAIA (la otra institución judía) Ruben Beraja.

En este contexto, tendrá lugar la ceremonia conmemorativa, que comenzará unos diez minutos antes de las 10 horas. Debido a que la fecha exacta cae en shabat, el día de descanso judío, todos los eventos alusivos se adelantaron un día. Bajo el lema "Víctimas del terrorismo. Víctimas de la impunidad", familiares y amigos de las víctimas, junto a líderes de la comunidad judía, renovarán su pedido de verdad y justicia.

Además de este acto organizado por la AMIA, han sido convocados otros dos —impulsados por diferentes grupos de sobrevivientes y amigos y familiares de las víctimas—, que se realizarán ante los Tribunales y frente a la sede del Ejecutivo argentino. La multiplicidad de actos obedece a la divisiones dentro de la colectividad judía y los familiares de las víctimas respecto a las estrategias para avanzar hacia el esclarecimiento del atentado.

Por Continental, Adriana Reinsfeld, presidenta de Memoria Activa, admitió que "Es un día muy largo y difícil, porque no podemos recordarlo como queremos, yendo al cementerio. Tenemos que seguir reclamando justicia adelante del público porque es la manera de que nos escuchen nuestros gobernantes y la justicia. Tenemos esperanza en Memoria Activa de que vamos a tener justicia", subrayó en La Mirada Despierta.