En la Legislatura porteña el macrismo inició los movimientos administrativos para que mañana pueda haber una sesión especial y debatir sobre tablas el Decreto de Necesidad y Urgencia número 2 que envió esta mañana Mauricio Macri para "defender la libertad de prensa y expresión". El PRO cuenta con 26 votos y necesita sumar 14 voces más para imponer la votación, ya que así lo requiere el reglamento parlamentario en el momento de debatir un texto sin previo tratamiento en las comisiones.

En la reunión de labor parlamentaria, los jefes de los bloques tenían previsto definir la agenda para una sesión ordinaria, la cual estaba fijada para las 9. El tema central era la aprobación –con mayoría especial– de la jueza Weinberg de Roca para ocupar una silla vacante en el Superior Tribunal de Justicia. Los bloques suman 13 y Ritondo, líder del PRO en la Legislatura, arranca las anotaciones con 26 sabiendo que cuenta con los aliados de Bases para la Unión (Arenaza y Montes) y Confianza Pública (Amoroso).

Observa con detenimiento para que no surjan desavenencias internas en Proyecto Sur (Bergel, Camps, Gentili, González Gass, Raffo y Selser), la UCR (Campos y Presman) y la Coalición Cívica (Ferraro, Sánchez y Sánchez Andía), dirigentes que en el orden nacional son ultraantik. En el recinto estarán las voces contrarias, empezando por Dante Gullo, del kirchnerismo, Aníbal Ibarra (Frente Progresista Popular) y Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro).

El DNU de Macri creó un fuero especial ad hoc para dirimir los conflictos en materia de libertad de expresión y de prensa, además de evitar posibles expropiaciones de empresas de comunicación.

Para el constitucionalista liberal Daniel Sabsay, “existen circunstancias excepcionales como para justificar el DNU”.  Además, diferenció la situación de los DNU de Capital (donde deben convalidarse por la Legislatura), de los dictados por el Gobierno nacional. Sabsay y se esperanzó en que, de producirse un conflicto entre la Casa Rosada y el Gobierno porteño, “todo terminará en la Corte Suprema”.

“¿Cuándo tuvimos en democracia semejante avance contra la libertad de expresión? Mi análisis es jurídico, nada tiene que ver con Macri como político”, se justificó en Magdalena Tempranísimo.