La justicia rusa le otorgó a Kevin otros dos meses de prisión domiciliaria. El argentino fue detenido hace cuatro meses por tener marihuana para consumo propio.
 
“Estoy totalmente encerrado en cuatro paredes, no puedo hacer nada. Estoy esperando que salga la cautelar para poder salir a la calle o salir del país”, señaló.
 
“Es como un bed and breakfast, tengo una ducha y puedo cocinarme. Es posible recibir visitas. El cónsul viene todo el tiempo, también lo hace mi esposa y mi madre”, dijo. Kevin se encuentra a unos 800 kilómetros de Moscú.
 
“Leo un poco los diarios argentinos, veo televisión rusa. Trato de comunicarme con algunos amigos; ahora tengo servicios de Internet, eso ya es un montón”, destacó el joven.