El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, que ayer admitió una cautelar impidiéndole a la Corte Suprema tomarles juramento a los juristas Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, designados por decreto por el presidente Macri, explicó por Continental que su fallo se basó "en los propios fallos del máximo tribunal".

En La Mañana, reseñó que "Lo que dispuse es hacerles saber que deberían abstenerse de tomarles juramento a los doctores Rosenkrantz y Rosatti, ya designados para la Suprema Corte y que sólo falta el acto administrativo de la toma de juramento por el presidente de la Corte. Se suspendieron los efectos del decreto y la Corte la medida la tiene que cumplir porque no está en su rol de juez de la Constitución e intérprete final de las causas, sino que está en una función administrativa, así que, como cualquier otro órgano del Estado tiene que cumplir las decisiones que se toman adelante en un expediente judicial", subrayó Ramos Padilla.

"El fallo mencionaba un antecedente de 1865, cuando gobernaba Bartolomé Mitre y se designaron jueces en comisión. El decreto hacía alusión a ese precedente de hace 150 años, cuando la República, la democracia y las instituciones no estaban conformadas, a punto tal que no había elecciones con voto popular, secreto y obligatorio. Y yo recurrí a un fallo de la Corte Suprema de hace 5 meses que invalidó un decreto de la presidenta Fernández de Kirchner que designaba a los conjueces de la Corte, y lo invalidó porque no tenía los dos tercios del Senado de la Nación que requiere la Constitución", puntualizó el magistrado Ramos Padilla.

Días atrás, Macri decidió firmar el decreto 83/15 para intentar cubrir las vacantes dejadas por Raúl Zaffaroni y Carlos Fayt en la Corte Suprema. Tras las fuertes reacciones negativas que generó en casi todo el arco político la polémica decisión, el jefe del Estado acordó con el presidente del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, postergar las juras de Rosatti y Rosenkrantz hasta, en un principio, febrero próximo.