La Argentina posee en el centro del país la mayor cuenca lechera del mundo. Las empresas allí radicadas alcanzaron fama mundial con sus productos. Sin embargo, las condiciones de los últimos años provocaron el cierre de miles de tambos a lo que ahora se sumó una importante lista de pequeñas y medianas empresas.

Los empresarios dicen que sufren una doble presión. Por un lado el sindicato recibe $2300 extra por cada empleado, lo que eleva los costos a $30.000 mensuales por empleado. Y la cadena de comercialización es implacable.

"Las pyme arrancan con la desventaja de tener que mantener la logística de distribución, lo que se lleva gran parte de la facturación. Además, los supermercados nos castigan con devoluciones y hasta exigen reintegros del 3 al 10% de nuestras ventas, algo que sólo puede soportar una corporación", sostuvo un industrial citado porel diario Clarin.

Según datos de Confederación Rurales Argentina, sólo en la provincia de Buenos Aires cerraron 600 establecimientos. Sin embargo las firmas grandes tampoco son la excepción: SanCor y La Serenísima han perdido ingresos. Entre las pyme, Master Cheese de Marcos Paz y Amanecer de Mar del Plata se transformaron en cooperativas que pelean por subsistir.

También hubo cierres en Kaiku en San Martín de las Escobas en Satna Fe, Argenlac en Junín, Porte Molitor en Navarro, Lahorre de Marcos Paz y Cheese Way, en Bolívar.