Con la invitación de Lázaro Báez, varios periodistas pudieron recorrer las instalaciones de la finca del empresario que aparece en las denuncias en su contra por presunta corrupción.

“Hay una cava en un sótano, donde estaba indicada una bóveda de seguridad. Lo que hay ahí es una sala de degustación”, describió la corresponsal del diario La Nación en Santa Cruz, Mariela Arias, periodista.

“Es un lugar muy poco rebuscado, con una escalera de cemento. Pero está claro que hablamos del mayor constructor de la Patagonia, si quisiera modificar algo no necesita más de dos o tres días”, aseguró.

“También hay un quincho y una pileta climatizada”, remarcó Arias.

“No puedo entender que en una comunidad tan pequeña hayan trascendidos los números de las tres personas que difundieron la información y las fotos. Hay un nivel de mucha irresponsabilidad”, dijo Arias.

“Nos abrió hasta el techo, donde está la caldera, de su casa personal, donde reside”, precisó.