“Sigue siendo difícil de entender la reacción policial”, afirmó Gustavo Cobos, periodista de La Gaceta de Tucumán.

“El modus operandi de la fuerza es éste y en el medio quedó la sociedad. Es legítima la sospecha de que algo irregular ocurrió el domingo”, enfatizó en La Vuelta.

“No es la primera vez que en Tucumán se queman urnas; hace cuatro años hubo que realizar elecciones complementarias” por este motivo, recordó.

Además, precisó, “el día de los comicios está totalmente mercantilizado: hay punteros controlando todo, se reparten en las sedes partidarias bolsones de comida”.

“Cuando entrás al cuarto oscuro te encontrás un cambalache de boletas”, detalló.

“Sentar este domingo un fiscal por mesa costaba entre 800 a 1.200 pesos, según lo que cada partido pueda pagar”, señaló Cobos.