Un testigo clave complicó la situación judicial del vicepresidente Amado Boudou en la causa que lo investiga por tráfico de influencias en la venta de la ex Ciccone Calcográfica. Se trata de Guillermo Reinwick, yerno de Nicolás Ciccone, uno de los fundadores de la imprenta, quien cambió su declaración inicial y relató ante el juez Ariel Lijo cómo actuó de intermediario para que su suegro se entrevistara con el vicepresidente para salvar la empresa.

Según el testimonio de Reinwick, Boudou le dijo a Ciccone que para resolver la situación de la imprenta hablara con su socio y amigo, Núñez Carmona, quien le ofreció un plan para recuperar la compañía. El testigo clave también se refirió a una segunda reunión que Boudou mantuvo con otro de los fundadores, Héctor Ciccone, donde pretendieron resolver la crisis que se generó cuando el caso salió a la luz. Con esta declaración, Reinwick dejó de estar imputado en la causa.

Por Continental, la diputada porteña de Confianza Pública Graciela Ocaña pidió custodia para Reinwick, “tras las amenazas de muerte que recibió para él y su familia”. En Magdalena Tempranísimo, informó que presentó un escrito en ese sentido ante el juez Ariel Lijo junto a sus colegas radicales Manuel Garrido y Ricardo Gil Lavedra.

"Esto confirma mucho de la información que había en la causa sobre dos reuniones en las que Boudou había participado, la segunda de ellas en septiembre de 2010 previo al traspaso a la firma de parte de su paquete accionario a Vandebroele y los amigos de Boudou, lo cual muestra claramente su interés por Ciccone como un negocio personal y cómo la Afip pasó en 24 horas de pedir la quiebra de Ciccone a darle un plan de pagos desconocido", señaló Ocaña.