En un clima de algarabía, y bajo un cielo nublado, miles de militantes kirchneristas poblaron desde temprano la Plaza del Congreso para escuchar el discurso de Cristina Kirchner que dejó inauguradas este domingo las sesiones ordinarias del Congreso Nacional.

Con una fuerte presencia policial en las inmediaciones del edificio, y varias pantallas gigantes instaladas en la fachada del Congreso, desde pasadas las 10 y media la llegada de los simpatizantes empezó a intensificarse. Diferentes artistas populares amenizaron la espera a través del sistema de audio instalado para la ocasión. Dentro del recinto, la seguridad quedó a cargo de la Casa Militar y bajo el mando del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, una medida sin antecedentes en la historia parlamentaria.

Dentro del Congreso -restaurado desde 2012 por el presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez-, la jefa de Estado Cristina dio inicio al 133° período de sesiones ordinarias y habló ante la Asamblea Legislativa por octavo año consecutivo. Hizo un repaso de las políticas más significativas de su mandato ante legisladores e invitados, que este año serán cerca de la mitad que en años anteriores, algo que en los últimos días generó quejas de legisladores opositores.

En las adyacencias del Parlamento se dispusieron las principales agrupaciones kirchneristas, comoLa Cámpora, Unidos y Organizados, Tupac Amaru o Kolina, además de los principales intendentes del Conurbano bonaerense. Pasadas las 11 y cuarto, el ministro de Economía, Axel Kicillof, llegó al Congreso caminando acompañado por colaboradores por Avenida de Mayo, ante la euforia de los militantes que lo ovacionaron. El ministro saludó con sus brazos abiertos.