El gobierno anuló la licitación de licencias de TV Digital y frustró el anuncio que hizo “con bombos y platillos” hace aproximadamente un año.

“No convocó el interés de los destinatarios. Se pretendía abrir unas 220 señales de televisión digital y modificar la dieta televisiva que hay en Argentina”, dijo Martín Becerra, profesor de la Universidad Nacional de Quilmes e Investigador del Conicet, Martín Becerra.

De esa cantidad de señales, estaba previsto que la mitad fueran administradas por empresarios y el resto por organizaciones sin fines de lucro, tal como lo estipulaba la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

“Había un impedimento (financiero) para que ingresaran los grupos sin fines de lucro, a quienes se les exigía mucho más de lo que podían dar”, sostuvo Becerra.

“La torta publicitaria de nuestro país está concentrada la zona metropolitana de Buenos Aires, donde sólo Telefé y Canal 13 son rentables” agregó el docente e investigador.

“El Estado, en ese sentido, siempre debió realizar varias concesiones en materia económica” por la dificultad que acarrea hacerse cargo de una señal y que sea medianamente sustentable, sostuvo en La Vuelta.

“Digitalizar la televisión es un proceso que conlleva una transición razonable”, remarcó Fornaro, quien lamentó que no se haga “una evaluación de ese carácter experimental, que lleva dos años” y se realiza con empresarios afines al gobierno.

Es necesario, explicó, un plan técnico para determinar cuántas licencias caben en cada jurisdicción, para saber con cuántas se cuenta para poder repartirlas.