“Es una medida distorsiva y violatoria de las normas antilavado que rigen en la Argentina y de los estándares internacionales a los que el país está adherido”, subrayo el ex representante de la Argentina ante el GAFI, Juan Félix Marteau.

“Es una re-edición de la ley anterior, de 2009, en la que se plasman cuestiones contradictorias como la eximición de la AFIP de conocer el origen de los fondos y se obliga a los bancos que realicen toda las medidas de diligencia para saber si se cometió una evasión, es decir, echar por tierra cualquier prevención en materia de lavado de dinero”, agregó el abogado especialista en Lavado y Delitos Financieros.

“En este caso veo mucha torpeza en la norma, no entiendo cuál es el destino final que se busca con esto”, señaló Marteau.

“A los contribuyentes que quieren blanquear capitales hay que hacerles un seguimiento”, sostuvo el especialista.