El cuarto día consecutivo de la paro en las líneas de subte y el Premetro hizo colapsar otra vez la ciudad de Buenos Aires, mientras el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, advirtió que no van “a tolerar” que los metrodelegados usen a los usuarios “como rehenes”.

El jefe comunal sostuvo que para permitir el traspaso del servicio del subte “hay que invertir cómo está previsto en los contratos” y reclamó “no poner en peligro la vida de la gente”.

“No podemos hacernos responsables de algo en lo cual ni siquiera tengo un horizonte”, sostuvo en la sede del Banco Ciudad.

Durante este martes, nuevamente, los usuarios del subterráneo debieron buscar otras alternativas para viajar, como compartir taxis, apelar al uso de bicicletas o simplemente caminar.

Las terminales de Retiro, Constitución y Once se vieron atestadas de pasajeros, que hicieron largas filas en las paradas de colectivos, además de incrementarse el tránsito vehicular en ciudad.