Poco a poco, comienza a ceder la crecida del río Luján, que ayer tuvo un pico de 5,32 metros y llegó a involucrar a la Basílica. Ayer el número de desplazados de sus hogares trepó a trescientos cuarenta. Además, se sigue buscando denodadamente a un niño de 14 años al que arrastró la corriente por parte de buzos y efectivos de Bomberos y Prefectura. Se cree que el menor se arrojó al agua desde unos de los puentes que cruzan el río, junto con otros cuatro chicos que luego fueron rescatados por personal de Bomberos Voluntarios y más tarde trasladados a un hospital de la zona.
 
Por Continental, Daniel Blanchoud, párroco de la histórica Basílica, consignó que el pico de la crecida llegó ayer a las dos de la tarde y llevó el agua hasta la vereda del templo católico, anegando los subsuelos del edificio. En La Mirada Despierta, reseñó que el hecho obligó a quitar el agua de la cripta con bombas extractoras y preventivamente se retiró la corona de la Virgen, entre otros objetos valiosos, para preservarlos. “Cada vez que el río supera los cinco metros debemos hacer frente a esta realidad, a la que nos cuesta acostumbrarnos”, resumió Blanchoud.
 
La extensa plaza y los museos circundantes al templo se encontraban este jueves totalmente anegados, mientras que la situación se repetía en barrios y localidades cercanas. El Hospital de Luján sólo atendía guardias, la autopista hacia Mercedes permanecía desde este miércoles cerrada al tránsito por precaución, al igual que dos puentes de acceso a la ciudad, y la terminal de ómnibus debió ser trasladada.