Los restos del dirigente del peronismo Antonio Cafiero fallecido este lunes a los 92 años a causa de neumonía fueron ingresados a las 15.30 al Congreso de la Nación para ser velados.
 
El féretro fue trasladado inmediatamente al salón Azul del Senado, donde se desarrollará la ceremonia a cajón abierto. 

El histórico dirigente peronista había nacido en la ciudad de Buenos Aires el 12 de septiembre de 1922 y se sumó activamente al incipiente movimiento peronista el emblemático 17 de octubre de 1945, mientras estudiaba para convertirse en Contador Público. Fue dirigente juvenil en la Universidad donde llegó a ser presidente de la Asociación de Estudiantes. Luego se convirtió en un jovencísimo ministro de Economía del primer peronismo.

En los años 70, tras la muerte de Perón y el derrocamiento de Isabel, se convirtió en uno de los dirigentes de más renombre del PJ. En 1983, la cúpula sindical encabezada por Lorenzo Miguel decidió que el candidato a presidente ese año sería Ítalo Argentino Luder y no Cafiero; Luder estaba fuertemente relacionado con la última etapa del anterior gobierno democrático, especialmente en su fase más represiva, mientras que Cafiero enarbolaba la bandera de la Renovación: según muchos analistas, esa elección de los sindicatos en su momento de mayor poder en la historia del peronismo fue clave para que el segundo movimiento histórico perdiera por primera vez una elección presidencial sin proscripciones.

En 1987 se convirtió en gobernador bonaerense, pero fracasó al intentar una reforma constitucional en la provincia y perdió la elección interna justicialista para las presidenciales de 1989, la única hasta ahora de la historia de ese partido, con Carlos Saúl Menem. Con el menemato, fue uno de los dirigentes dejados a un costado de los lugares de decisión del PJ. Sin embargo, su movimiento renovador del partido fue cantera de decenas de dirigentes con peso en el justicialismo del último cuarto de siglo.