El Directorio del Banco Central de la República Argentina adoptó una serie de medidas orientadas a estimular la bancarización de la sociedad. Serán gratuitas las transferencias electrónicas por montos de hasta 20.000 pesos diarios.

Las operaciones que tendrán este beneficio incluyen las que se realicen a través de cajeros automáticos, home banking y terminales de autoservicio, informaron esta tarde fuentes de la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont.

Con este incremento, una parte sustancial de las transferencias quedará alcanzada por la medida, ya que según datos del Banco Central el 90 por ciento de las mismas involucran montos inferiores a 20.000 pesos.

Hasta el momento, no tienen costo y se realizan en forma inmediata las transferencias electrónicas diarias de hasta 10.000 pesos.

De esta forma, a partir del 1 de septiembre la cifra comprendida dentro de este beneficio se extenderá hasta los 20.000 pesos.

En noviembre de 2010, la entidad monetaria aprobó la gratuidad de las transferencias electrónicas de hasta 10.000 pesos diarios.

En esa oportunidad, también acordó con el sistema financiero que se trabajaría en afianzar los mecanismos informáticos y de seguridad para ir incrementando los montos no sujetos a cargos o comisiones.

"Al haberse avanzado en ese objetivo, se resolvió ampliar el monto para las transferencias gratuitas", consignaron en el Banco Central.

Paralelamente, el Directorio del Central aprobó una norma por la cual se permite a las entidades financieras deducir de la exigencia de Efectivo Mínimo el “consumo” de efectivo de los cajeros automáticos.

Este consumo estará calculado como la diferencia entre el saldo remanente en los cajeros y el monto con el que se lo recarga.

"La medida tiene como finalidad aumentar el grado de bancarización, ponderando más aquellas zonas que están menos bancarizadas", recalcaron las mismas fuentes.

De cara a este objetivo, habrá mayores estímulos para la recarga de los cajeros automáticos de acuerdo con el lugar donde los mismos estén instalados.

Estas facilidades serán únicamente aplicables a los cajeros “abiertos” es decir, disponibles para todo el público y no comprenderá a aquellos que las entidades establecen como de uso exclusivo de sus clientes.

Concretamente, la medida aprobada por el Banco Central -que entró en vigor el 1 de agosto último- consiste en una deducción en la exigencia de efectivo mínimo asociada al monto “consumido” de los cajeros automáticos, deducción que, a su vez, variará según la zona en la cual esté ubicado como así también por estar dentro o fuera de una sucursal.