Una empresa concesionaria de Mendoza deberá pagar el tratamiento completo a una mujer que despidieron luego de cambiar de apariencia como consecuencia de una terapia de quimio a raíz de un cáncer.
 
La abogada de la mujer, Carolina Jacky, explicó que la Cámara del Trabajo benefició a Gisela Ferrero, de 39 años, quien había sido contratada por su belleza pero cuando la dejaron cesante también quedó sin obra social.
 
La letrada se amparó en la nueva Ley de Género. Ferrero había sido contratada en el año 2011 como analista de sistemas y “por ser linda”.