El ministro de Economía, Axel Kicillof, advirtió este miércoles en el Senado que si el Congreso no se manifiesta en relación a la deuda y se abstiene de fijar posición se convertirá "en una escribanía del juzgado de (Thomas) Griesa" y aseguró que la actual suba del dólar es parte de un plan que comienza con "el ataque a la moneda argentina".
 
En su exposición para defender el proyecto del Gobierno de cambio de sede de pago de los títulos de la deuda, Kicillof aseguró a los legisladores que la intención es negociar no sólo con los fondos NML y Aurelius, quienes ganaron el juicio en Nueva York: "tenemos que negociar con todos", planteó el ministro.
 
Kicillof afirmó ante las comisiones de Presupuesto y Hacienda, de Relaciones Exteriores y de Economía e Inversión del Senado que "no hay posibilidad de abstenerse en opinar", porque "si ante esta coyuntura el Parlamento se abstiene y no hace nada, se convierte en una escribanía del juzgado" neoyorquino.
 
El ministro precisó que la situación planteada con los fondos buitre "es política" y atribuyó a los fondos de inversión que no entraron al canje de tener "un plan de cinco puntos" que empieza "con el ataque a la moneda argentina" y contempla generar mecanismos de extorsión "para que la Argentina pague lo que no tiene que pagar".

El ministro concurrió a la Cámara alta a defender el proyecto que envió el Poder Ejecutivo para cambiar la sede de pago a los acreedores que no pudieron cobrar el junio en el Bank of New York Mellon a raíz de los fallos de Griesa.
 
"El BONY ya no cumple el contrato y cuando no cumple el contrato, dice el contrato que hay que renunciar y buscar otra entidad asignada por nosotros o por los bonistas", explicó.
 
Por eso, indicó: "Traemos esta ley porque tenemos un vencimiento en septiembre, pero en septiembre no podemos depositar en el banco de Nueva York" alrededor de 200 millones de dólares a los tenedores de títulos reestructurados, quienes, según aseguró, "están muy preocupados" por las decisiones de Griesa, a quien "la sentencia se la escribieron los buitres".
 
El titular del Palacio de Hacienda ratificó que para el país "no hay default" y atribuyó al propio juez Griesa y a Paul Singer, cabeza visible de uno de los fondos que demandaron a la Argentina, de haber sido quienes instalaron la idea para presionar al Gobierno.
 
Kicillof recordó que el 30 de junio pasado la Argentina depositó 1.150 millones de dólares paga pagarle a los bonistas reestructurados y reiteró que "esa plata ya no es nuestra", pese a lo que entiende Griesa.
 
El ministro fue al Senado acompañado por el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini, y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, para informar sobre el proyecto de ley del Poder Ejecutivo.
 
Para el ministro, los fondos buitre no entraron en los canjes "con el solo interés de encontrar un juez como Griesa", que, con sus fallos judiciales, los pusieran en una mejor posición para acrecentar el rédito de los títulos defaulteados.
 
El ministro insistió en relación del fallo del magistrado estadounidense que "no servía pagar como decía Griesa: era injusto, era inequitativo" para 92,4 por ciento de acreedores que entraron a los canjes.
 
Y destacó que el fallo del juez neoyorquino "ignora" que si hace lugar al reclamo, aunque sea del 1 por ciento de los acreedores que no entraron al canje, "el resto tiene derecho a reclamar el mismo trato" por "la famosa cláusula RUFO".
 
Aclaró, finalmente, que se trata de "una forma restringida de una cláusula normal en todas las reestructuraciones. No es un invento argentino".