Natalia Meza, primera testigo que declaró en el juicio por la tragedia que dejó 51 muertos y 789 heridos, contó que venía escuchando música y se sorprendió con el impacto.

Y que si bien no había advertido problemas en el recorrido, señaló que “las puertas del tren se abrían en movimiento”, que “a las ventanillas les faltaban los vidrios” y recordó un descarrilamiento anterior que le tocó vivir en Liniers también del Sarmiento.

"A veces había señalizaciones pero la mayoría estaban rotas. Nunca viajé en otro tren", contó Natalia Meza en un testimonio que emocionó a muchos de los presentes.

En uno de los tramos más duros dijo que “en el viaje venía cerca de un nene de unos 4 años, y después no lo oyó más y se dio cuenta que había muerto”. Y finalizó: "Tuve fractura en una de mis piernas. No puedo subir ni bajar escaleras, se me hinchan los tobillos".

También declaró Norma Barrientos, sobreviviente y madre de Karina Altamirano, muerta en el accidente, entre otras víctimas