Los preparativos comenzaron la semana pasada y ya están trabajando sobre la autopista. El objetivo es reemplazar el alambrado que separa la Autopista Illia de la Villa 31, que tras sucesivas roturas y reparaciones quedó muy deteriorado, para instalar otro antivandálico, más alto y más cerrado. Es una manera de evitar que la gente cruce caminando la autopista y de sumar seguridad para los automovilistas, un reclamo que se reiteró durante los últimos meses, cuando hubo ataques con piedras, robos y objetos desparramados por la autopista que representaban un peligro para el tránsito.

La obra se extenderá hasta la segunda quincena de octubre y habrárestricciones para circular por el carril derecho de la mano que va hacia el Centro, siempre fuera del horario pico.

Según explicaron fuentes de Autopistas Urbanas (AUSA), la vieja reja, que ya no tiene arreglo, está siendo reemplazada por un cerco que tendrá una base de hormigón de 65 centímetros de alto, y encima se colocará una reja de más de dos metros. Se trabaja sobre un tramo de550 metros de largo, en el sector en el que la villa y la autopista están al mismo nivel, después de la salida a Avenida Castillo.

A la misma altura, pero en la mano hacia el Norte, hay un terreno ocupado conocido como villa nylon, que había sido desalojado y se volvió a formar, aunque en la actualidad solo hay “guardias” y muy poca gente viviendo. Está hecho el pedido de desalojo, ya que el predio está muy cerca de la autopista y es peligroso, tanto para automovilistas como para los ocupantes.

Con la construcción del cerco nuevo, se descarta la idea de colocar un muro perimetral, que se había debatido después de que varios automovilistas denunciaran agresiones.

Algunas de las construcciones de la villa, que ya superan los 6 pisos, están apoyadas contra las bases de hormigón del deteriorado alambrado.

Aunque desde el Gobierno porteño se mencionó la posibilidad de levantar un cerco similar a la malla de protección que protege la curva del distribuidor vial de las autopistas 25 de Mayo y 9 de Julio Sur, por la repercusión negativa que tuvo la iniciativa cuando trascendió, los funcionarios se vieron obligados a dar marcha atrás con la idea. Por eso decidieron avanzar con este cerco antivandálico que tiene una malla metálica más cerrada y más alta, por lo que también es más difícil de vulnerar.

La villa de Retiro, la más antigua de la Ciudad, sigue creciendo en cantidad de gente y también en altura. En varios sectores, como en el que se está colocando el cerco, la autopista corre encajonada entre la villa. Por eso, y más allá de los ataques por robos, según los especialistas es alto el riesgo para la seguridad vial. Y no solo por los objetos que se vuelan o quedan tirados en el asfalto, también porque los vecinos queman basura que disminuye la visibilidad y hasta cruzan la autopista caminando.

Los trabajos, de los que participan integrantes de las cooperativas de la villa 31, se realizan fuera de la hora pico de la mañana para minimizar el impacto en el tránsito.

De lunes a viernes los hacen entre las 11 y las 19. Los sábados, con un caudal de vehículos considerablemente menor, las tareas empiezan a las 8 de la mañana y se extienden hasta las 18.



Fuente CLARIN