El ministro de Justicia, Germán Garavano, negó por Continental que haya sido "áspera" la reunió entre dirigentes de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y funcionarios del Gobierno nacional, entre ellos el mismo Garavano y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. "No fue una reunión áspera, sí hubo contrapuntos que fueron conversados en la misma mesa. Nuestro saldo es positivo porque quedó claro lo que son las políticas públicas de Derechos Humanos, donde el Gobierno está comprometido a seguirlas, pero eso no quiere decir que haya una injerencia y hasta cierta promiscuidad en lo que tiene que ver con la gestión administrativa de esa política por parte de los órganos del Estado", adujo. 

En La Mirada Despierta, consideró que durante los tres gobiernos kirchneristas "Parecía que eran las ONG y los organismos los que llevaban adelante acciones que deberían ser más propias del Estado y un trabajo compartido. Me parece que fue el punto más álgido de la reunión. No se habló de juicios por la verdad" a represores. "El secretario de Derechos Humanos (Avruj) recibió a representantes de este sector, pero no va a haber cambios en ese sentido, más allá de recibir a todos", se excusó.

En otro orden, anticipó que "Se va a enviar el proyecto para normar la figura legal del arrepentido para su implementación inmediata, sin perjuicio de lo cual se van a hacer reformas al Código Procesal nuevo para que quede incorporado en la normativa procesal argentina. Yo diría que esto último va a ser en el primer semestre del año entrante", estimó. 

Además, aseguró que no tiene datos contundentes para aportar sobre la jura o no de los jueces nombrados "en comisión" en la Corte Suprema antes del tratamiento de sus pliegos en el Senado. "El proceso ya está muy avanzado, estimamos que para finales de marzo a más tardar esté integrada la Corte con todos sus integrantes, pero no pensamos por ahora ampliar el número de miembros", concluyó Garavano.