Una concluida la multitudinaria misa en la Plaza de la Revolución, que se extendió por más de una hora y media bajo un intenso calor en La Habana, el papa Francisco saludó a la presidenta Cristina Kirchner , quien fue invitada por su par cubano, Raúl Castro , a participar de la ceremonia religiosa.

La mandataria llegó a Cuba para mantener un nuevo acercamiento con Jorge Bergoglio. Tras la misa, el Sumo Pontífice le dio un apretón de manos a la jefa del Estado y mantuvieron un breve diálogo. Fue un saludo protocolar, tal como se prevía.