El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, consideró que el resultado del nuevo peritaje realizado sobre el arma que terminó con la vida de Alberto Nisman "no modifica el rumbo de la investigación" por la muerte del fiscal de la causa AMIA y señaló que supone “un dato más” que en este caso se haya determinado que la pistola Bersa calibre 22 deja rastros de pólvora. Así lo expresó el funcionario esta mañana en su habitual contacto con la prensa en Casa de Gobierno, al ser consultado sobre el resultado de las pruebas de laboratorio realizadas en Salta.
 
“Hay que mirarlo con mucho detenimiento, no dice exactamente nada”, relativizó sobre el nuevo peritaje, que contradice a los dos anteriores, por lo que concluyó que “pareciera que no están dadas las condiciones para recrear la muerte en el baño ese” del departamento de Puerto Madero en donde fue hallado muerto con un tiro en la cabeza Nisman el 18 de enero pasado.
Consultado si con esta nueva prueba puede cambiar el rumbo de la investigación, Fernández respondió que “no“. “Tienen demasiados elementos hasta acá investigados para que sean los más fuertes y potentes en la línea argumentativas en términos de la investigación, y es un dato más", añadió.
 
Luego, eludió responder sobre el fallecimiento de quiera fuera titular de la UFI-AMIA al sostener que “no voy a calificar la forma de la muerte hasta que el juzgado de instrucción en el cual se está investigando diga científicamente la causa de la muerte del ex fiscal”. Asimismo, el ministro coordinador reiteró que el Gobierno “no forma parte del proceso y tiene todo el derecho del mundo de reclamar la búsqueda de la verdad objetiva, que en definitiva es el eje central del derecho para comprender exactamente lo que sucedió” con Nisman.