El fiscal Jorge Di Lello desestimó la denuncia de la diputada y precandidata a la Presidencia Elisa Carrió contra el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, por presunto conflicto de intereses por estar al frente del ministerio que se encarga de temas electorales y al mismo tiempo ser precandidato para las elecciones presidenciales de octubre.

"Siempre ha sido así: cada presidente que fue candidato por segunda vez naturalmente estaría en un conflicto de intereses", dijo el funcionario en declaraciones radiales.

"La Cámara lo rechazó y más allá de que uno se oponga formalmente, Randazzo no es candidato o no se sabe si lo es", completó Di Lello.

La denuncia había sido presentada por los diputados Carrió y Fernando Sánchez, ambos de la Coalición Cívica, quienes habían pedido a la Cámara Nacional Electoral que dispusiera si Randazzo violaba la ley de ética pública.

En un acuerdo extraordinario, la Cámara Nacional Electoral, que integran Alberto Dalla Vía, Santiago Corcuera y Rodolfo Munné, había decidido por unanimidad que el caso debía comenzar a tramitarse por primera instancia y había dado intervención al fiscal Di Lello, que tiene competencia en materia electoral.

La Cámara Nacional Electoral había hecho un primer señalamiento: que la candidatura de Randazzo es, todavía, de carácter conjetural, porque no está inscripto aún para participar en las elecciones primarias (PASO).

Carrió había denunciado que Randazzo incurría en un "conflicto de intereses" cuando ejerce su cargo -que tiene, entre otras responsabilidades, la organización de los comicios- y al mismo tiempo manifiesta su condición de precandidato a presidente por el Frente para la Victoria.

Esa situación "afecta directamente la legitimidad del próximo proceso electoral nacional" y "pone en riesgo cierto la validez de todo el proceso electoral", había planteado Carrió.