Tras las promesas devaluatorias electorales de economistas de Cambiemos, se desató una ola inflacionaria que aumentó en dos dígitos la mayoría de los alimentos básicos, en previsión de los "reacomodamientos" que tal devaluación producirá. Ello ocurre pese a que desde entidades agropecuarias como CRA se asegura que los molinos han acumulado más harina que lo usual (cinco millones de toneladas) por lo cual no puede haber desabastecimiento y que además, si el dólar disparara el precio interno del trigo, éste sólo influye en un 5 por ciento en el precio del pan en el mostrador.

Por Continental, Emilio Majori, presidente de la Federación Panaderil bonaerense, adujo que "Tenemos que trasladar el aumento de la harina y esto sigue paulatinamente para arriba. Nuestro estudio de costos estima que hay que vender el kilo de pan 30, 32 pesos el kilo en el mostrador. Estaba 24, 26 pesos. Es un aumento de un 30 por ciento, aproximadamente".

En La Mirada Despierta, admitió que el incremento "Es importante, pero las circunstancias nos mandan. El panadero siempre trata de no aplicar los aumentos que se le vienen, pero no sólo la harina ha aumentado. Al aumentar el combustible, aunque no sea mucho, paulatinamente se van incrementando los costos. La bolsa de harina subió 120 por ciento en quince días. La pagábamos 120, 130 pesos, y ahora la estamos pagando 240 o 260 pesos", graficó. 

"Los molinos el argumento que nos ponen es que el productor, si no se le paga más, no quiere vender los silobolsas. Paulatinamente hay gente que ha aumentado el pan en el mostrador. Hoy lo oficializamos como recomendación. Es un aumento del 30 por ciento. Y no sabemos si va a seguir aumentando, porque no somos formadores de precios, aplicamos el costo que nos viene para producir", se excusó Majori.