La Auditoría General de la Nación publicó un informe en el que consigna “irregularidades serias en el manejo de los fondos públicos destinados a viviendas sociales, así como falencias crónicas en la construcción de estas obras y fallas en el control por parte de las autoridades”, señaló por Continental el jefe de ese despacho, el radical Leandro Despouy.

En La Mirada Despierta, Despouy aseguró que el caso “guarda sugestivas similitudes con el caso Schoklender. Este informe de la AGN sobre el plan Techo Digno, al igual que los programas Sueños Compartidos y Fortalecimiento del Hábitat en Jujuy, que hemos auditado previamente, presentan las mismas observaciones”, como “demoras injustificadas en el otorgamiento de los títulos de propiedad, manejos clientelares en las adjudicaciones de las obras y falencias en la construcción de las viviendas”.

Por todo ello, Despouy consideró que “la política de vivienda del kirchnerismo ha sido un fracaso. Los programas se llevan adelante sin la adecuada rendición de cuentas y se incumplen los estándares mínimos de calidad de las viviendas sociales, perjudicando a las personas más vulnerables”, expresó.

Lanzado en 2009, es uno de los planes más importantes de la cartera que conduce Julio De Vido, no sólo por su magnitud presupuestaria -este año se le destinaron $ 5500 millones-, sino por su relevancia política, pues el reparto de las obras y su consecuente financiamiento dependen del grado de cercanía de las provincias y de los municipios al gobierno nacional, aseveró Despouy. Además, “de las 130.000 viviendas previstas en el lapso de los ejercicios 2008-2011 se terminaron 89.880, el 69 por ciento”.