El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reiteró hoy que el paro convocado por el sindicalismo opositor es una medida "urdida" por el jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, lo que fue rechazado por dirigentes sindicales que compararon al gobierno con la dictadura militar por hablar de "un paro político".

"Este es un paro político y está urdido desde la oposición por parte del Frente Renovador", advirtió el funcionario nacional en su habitual conferencia de prensa matutina en la Casa Rosada, y aseguró "se aplicará la ley que corresponde" para que funcionen "los servicios esenciales" el próximo 10 de abril.

Sin embargo la respuesta no se demoró y el dirigente moyanista Julio Piumato retrucó a través de su cuenta de twitter comparando al gobierno de Cristina Fernández con el último régimen militar, al afirmar que hablar de "un paro político" es un argumento propio "de la dictadura".

En el mismo sentido se expresó el senador nacional y secretario adjunto de la CGT Azopardo, Guillermo Pereyra, al afirmar que el paro convocado "no es político", sostuvo que las "razones" de la huelga están en la inflación y en las compras del "supermercado" y, además, denunció que desde la Casa Rosada "hasta nos ponen techo a las discusiones paritarias".

Con relación a la medida de fuerza, Capitanich afirmó que "la agenda del Frente Renovador es seguridad, narcotráfico, inflación, etcétera, que están dentro de ese petitorio (elevado por las CGT opositoras); por lo tanto hay una coordinación clara y contundente entre la plataforma del Frente Renovador, su acción política y mediática, con los puntos del paro".

Al respecto abundó que "por lo tanto, si había alguna duda, el petitorio lo ratifica claramente, que se trata de un paro político impulsado por el Frente Renovador, con el objetivo de impulsar a su candidato" para las presidenciales de 2015.

El funcionario, además, se refirió al bloqueo en los servicios y expresó que "se aplicará la ley que corresponde desde el punto de vista de los mecanismos de regulación y de los servicios tipificados como esenciales" para su cumplimiento.

Ayer, Moyano y Barrionuevo convocaron para el 10 de abril a un paro nacional de 24 horas contra el gobierno nacional, al que adherirán la CTA opositora y dos gremios de la central obrera oficialista que conduce Antonio Caló, La Fraternidad (maquinistas) y la UTA (transporte automotor).

Al igual que Capitanich, el titular de la CTA oficialista, Hugo Yasky, rechazó el paro del sindicalismo opositor y, en diálogo con DyN, consideró que quienes lo convocaron "son promotores de la candidatura de Sergio Massa" y no el resultado de "una legítima expresión de demandas de los trabajadores".

También en diálogo con esta agencia, y tras reunirse con Moyano, el titular de la CTA disidente, Pablo Micheli, manifestó que "Capitanich al igual que el ministro (Florencio) Randazzo, podían ser un poco más creativos, repiten lo mismo que sus antecesores y no se hacen cargo de que ellos son los responsables del problema".

Otro que se sumó a las críticas al gobierno nacional fue el secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico, Ricardo Cirielli, quien expresó a través de su cuenta de twitter que "este gobierno que no es capaz de ponerle un techo a la inflación, pretende ponerle un techo al salario de los trabajadores", y pidió "paritarias libres".

También, desligó al referente del Frente Renovador de la medida y advirtió: "A Capitanich no se le ocurre mejor idea que involucrar a Massa, mejor sería que hable del costo de vida, la inseguridad, impuesto al trabajo".