La designación de un hombre cercano al ministro de Justicia, Julio Alak, para ocupar el cargo vacante en el Juzgado Federal 1 de La Plata, que tiene competencia electoral, desencadenó una nueva polémica entre el Gobierno y la oposición.
 
El jefe de Gabinete de ministros, Jorge Capitanich, negó categóricamente la imposición del juezLaureano Durán, que reemplazará al fallecido magistrado Manuel Blanco. "Pretender decir que el oficialismo está generando la designación de un juez para manipular un resultado electoral es un insulto de la oposición", sentenció.
 
"Lo que debería hacer la oposición es preocuparse por cómo explicarle a la sociedad sus propuestas políticas para el 2015, si efectivamente quiere tener un proyecto político que satisfaga los intereses de la voluntad popular y sean fuerzas competitivas para disputarle electoralmente al Gobierno", enfatizó.
 
Así, el funcionario le respondió a los principales referentes de la oposición, que ayer se mostraron juntos para acusar al Gobierno de llevar adelante "un plan sistemático de coacción de la justicia argentina" tras la designación de Durán.
 
En su tradicional conferencia de prensa matutina, Capitanich recordó el "apoyo contundente" desde el punto de vista electoral durante la gestión del kirchnerismo y destacó que el Gobierno "lo que hace es garantizar la manifestación de la voluntad popular a través de elecciones".
 
El funcionario insistió en que "la oposición debería ser respetuosa con un Gobierno que ha mantenido y sostenido la voluntad popular". "Este modelo ha gobernado en virtud de los intereses del pueblo argentino", dijo y puso en dudas que la oposición sea capaz de hacer lo mismo porque "tienen otros mandantes y no el pueblo argentino".