El Vicepresidente fue el enviado argentino para presenciar el cambio de mando en Uruguay. La prensa de ese país había adelantado que su presencia generó "malestar".

Boudou concurrió a la ceremonia de cambio de mando días después de que la Cámara Federal confirmara su procesamiento por cohecho pasivo y de negociaciones incompatibles con la función pública y que su presunto testaferro, Alejandro Vandenbroele, fuera detenido por pedido de la Justicia uruguaya.