El gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, rechazó las denuncias de fraude electoral realizadas por la oposición e intentó minimizar el escándalo, tras la polémica que estalló ayer por el conteo de votos de las primarias del domingo, y garantizó que el escrutinio se realiza con transparencia.

Asimismo, el mandatario reconoció que tras el escrutinio definitivo "puede haber cambios", aunque no cambiará la tendencia. "El empate técnico va a seguir existiendo, no tenga duda", remató. 

"No conozco ningún país del mundo donde el oficialismo haga trampa para perjudicarse a sí mismo", dijo Bonfatti, durante una conferencia de prensa que ofreció en Santa Fe.

El mandatario socialista señaló que "maliciosamente en algún medio de comunicación aparecieron fotos diciendo que hubo urnas destruidas, cuando en realidad cuando uno pone la lupa en esas fotos, se trata de casillas de votación, que son cubículos de cartón" donde la gente vota, porque "en Santa Fe no hay cuartos oscuros", ya que "en cada aula puede haber tres personas votando en estas casillas".

"También es una difamación malintencionada decir que había en el piso votos tirados, cuando el voto es unipersonal y cada uno tiene un código de barras que se le entrega a cada votante", aseveró el gobernador.