Hebe de Bonafini denunció a Sergio Schoklender por los delitos de amenazas e intimidación a raíz de llamadas telefónicas a su celular y al teléfono de línea de la sede de las Madres de Plaza de Mayo.

"Ya estoy en libertad", le habrían dicho a Bonafini del otro lado del teléfono en una de las llamadas recibidas, según la denuncia que fue interpuesta hoy ante la Cámara Federal y recayó en el juzgado a cargo de la jueza federal María Servini de Cubría, actualmente de turno.

“Desde que el imputado obtuviera el beneficio de la excarcelación y recuperara su libertad, vengo recibiendo llamadas telefónicas en mi teléfono celular y/o en el teléfono de línea directa de mi oficina en la Asociación, donde se escuchan risas, zumbidos, extraños ruidos, y una voz poco audible que repetía algo como: “Ya estoy en libertad y no descansarán”, detalla la presentación.

La denuncia consigna que Sergio Schoklender estuvo los días martes y miércoles pasado en un bar cercano a la Asociación, y con elevada voz preguntó a los presentes si sabían de algún alquiler de departamento por la zona. “La cercanía sin justificación del siniestro personaje, despierta en las integrantes de la Asociación, angustia, ansiedad, inseguridad y temor”, dice el escrito.

“Téngase presente que todas somos mayores de 80 años, y el conocimiento de los rasgos psicopático, perverso, sin frenos inhibitorios del imputado, potencia nuestra sensibilidad y exacerba nuestra angustia e inseguridad”, solicitaron. Schoklender tiende a provocar “desánimo, diluir y de ser posible lograr el abandono de la persecución penal que hemos iniciado en su contra”, añade el escrito.

La presentación fue realizada por los abogados de Bonafini, Eduardo Fachal y Antonio Rojas Salinas, en plena feria judicial, quienes pidieron alguna medida para que Schoklender no se pueda acercar a 500 metros de la Casa de las Madres, según indicaron las fuentes consultadas.

“Probablemente se pida además una pericia psiquiátrica respecto de la conducta y de la patología de obrar que expresa la conducta de Sergio Schoklender, y suponemos que en un tiempo razonable y prudente, por la urgencia del caso, se adoptarán medidas para evitar la repetición de este hecho o que tengan que trabajar las Madres o los empleados bajo una situación de intimidación proveniente de la presencia de” aquel, expresó Baresat.

Schoklender recuperó hace veinte días la libertad, luego de pagar una fianza de 40 mil pesos fijada por la Cámara Federal en la causa en la que está acusado de ser jefe de una asociación ilícita destinada a desviar fondos públicos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.