“El fiscal le ofreció a Ricardo Jaime cambiar el juicio normal por un juicio abreviado. Significa que el imputado acepta, deberá admitir su culpa a cambio de una pena menor a la establecida para el delito en cuestión. Si el juez Javier Ercolini homologa el acuerdo, esta parte de los problemas de Jaime terminan ahí”, señaló Martín Bohmer, profesor de Derecho de la Universidad de San Andrés e invitado principal del Cippec y miembro del Consejo Honorario de la Asociación por la Igualdad y la Justicia.

El facultativo señaló: “Es un acuerdo entre ellos dos, lo que el fiscal mide es cuánto de efectivo va a ser él en el juicio, cuánto tiempo le llevará de su trabajo y de toda su gente contra una condena y un dinero que él puede conseguir ya, ahora, con Jaime”.
“Estos casos son complejos porque es difícil la prueba, son delitos sin víctima”, enfatizó.

“Lo que Jaime sí probó es que recibió dádivas de gente de quien no debió haber recibido. La dádiva es tanto para quien la da como para quien lo recibe. Debe haber una investigación en curso para esto último”, destacó Bohmer.

“En alguna situación, la propuesta de negociación del fiscal puede ser un apriete para gente incluso inocente”, subrayó.