La controversia por los linchamientos dividió aguas entre el Gobierno y la oposición, que ayer cruzaron acusaciones sobre quiénes son los responsables de los últimos hechos. El secretario de Seguridad, Sergio Berni, no sólo defendió las políticas del Ejecutivo en el área, sino que dio un paso más. "No hablamos de vecinos, estamos frente a asesinos", consideró hoy.

Berni desgranó las causas de los últimos hechos en que en la sociedad hay un "hartazgo de la puerta giratoria de la Justicia". Pero repudió los linchamientos. "Sería un despropósito usar un arma letal para detener a un ladrón de un celular", dijo el funcionario esta mañana en declaraciones radiales. Pidió investigar los hechos y utilizar el Código Penal contra los responsables.

Berni pareció recostarse en el juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, que ayer advirtió que los linchamientos que salieron a la luz "no son ajusticiamientos, sino homicidios doblemente calificados por alevosía y ensañamiento".

Berni calificó de "preocupante" lo que sucedió en los últimos días, principalmente en Rosario y en el barrio porteño de Palermo, donde ocurrieron los hechos más graves. En 10 días, los medios registraron por lo menos doce episodios distintos en varios puntos del país.

"Lo que ha pasado es la excepción a la regla", consideró Berni en declaraciones radiales. Y le pasó la pelota a los poderes Judicial y Legislativo. "Hay un despertar de legisladores y los mismos jueces", exigió.