El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que "no cree" que "haya habido fuga por parte de la Policía Federal" de las fotos del expediente del caso por la muerte del fiscal Alberto Nisman, difundidas ayer por varios medios, aunque advirtió que "habrá que investigar qué fue lo que sucedió" para determinar quiénes fueron los responsables de la filtración de las imágenes.

Así respondió el funcionario al ser consultado esta mañana por las fotos registradas en el departamento de Nisman, en Puerto Madero, el día del hallazgo del cuerpo, que ayer comenzaron a ser dadas a conocer por canales de televisión y páginas web, y hoy publican varios diarios.

"El protocolo se ha cumplido a rajatabla y creo que la doctora (Fabiana) Palmaghini tiene todo el derecho del mundo a tomar las medidas que le corresponden porque en definitiva tiene que garantizar el proceso, pero conforme yo veo a los protocolos, no habido ninguna forma que pueda haber fuga por parte de la Policía Federal, pero de cualquier forma hay que investigar qué fue lo que sucedió", agregó Fernández a la prensa antes de ingresar a la Casa de Gobierno.

En otro orden, Fernández enfatizó que "no es la posición del Gobierno" la opinión manifestada por el secretario de Seguridad, Sergio Berni, respecto a las pistolas eléctricas Taser que utilizará la Policía Metropolitana, sino que se trata de "una posición personal. Yo no creo que en nuestro país tengamos que estar tapando la boca a la gente para evitar que diga lo que piensa. Yo le tengo mucho cariño a Sergio Berni y es un amigo personal. Ahora, nuestra gestión termina el 10 de diciembre y fíjense si van a encontrar una sola pistola de esa característica en algún lugar, no la va a encontrar", aseveró el locuaz funcionario.

"El Gobierno no piensa que estemos de acuerdo que esas pistolas eléctricas sirvan para controlar a la sociedad, sirven para torturar a la sociedad y bajo ningún punto de vista aceptaría que funcione un arma de esa naturaleza, un arma de esas características en Argentina. No es para nada positivo el uso de esas armas, son armas de torturas, es un gesto horrible en términos de la relación con la sociedad", argumentó Aníbal Fernández.