La joven actriz Violeta Urtizberea encarna en la ficción ciertos estereotipos femeninos: desde la mujer obsesionada por amor en la tira "Graduados" (Telefe), la impune en la puesta teatral "Isósceles" y la esposa aplicada de Pablo Rago en el film "No te enamores de mí".

"Mi Gaby de Graduados es desopilante, no le importa nada del deseo del otro, ella quiere algo y va hacia allá, ambiciona progresar en su carrera laboral, pero no lo consigue, todo está puesto en lograr que cierto hombre le preste atención, a veces puede volverse medio psyco", ríe Violeta durante la charla con Télam.

En relación al éxito de la tira diaria de Telefé, afirma que "es un elenco lindo, con gente que se toma el éxito de modo muy tranquilo, participé en otros productos exitosos, pero quizá había allí una cosa efervescente que si bien resulta divertida a veces es difícil de bancar, nos va muy bien y hay historia para rato, hasta pasado fin de año".

La joven de 27 años asomó en la pantalla chica en el desopilante envío "Magazine for fai", a cargo de su padre Mex y luego realizaron varios trabajos en común, en radio y televisión.

Según Violeta, "no es poca cosa trabajar con tu viejo, hace mucho que no lo hacíamos. Yo había decidido cortarla, por eso cuando Sebastián Ortega me convocó, no me encantó la idea de volver a compartir espacios, pero casi no me lo cruzo, tenemos muy pocas escenas juntos, y además somos los dos empleados, la tira no está a cargo de mi padre".

Su composición en "Graduados" despierta sentimientos encontrados en las televidentes, aunque "algunas por la calle me elogian, la mayoría me grita que no sea tan boba, como si le tuvieran bronca al personaje por reflejar ciertas conductas femeninas que podemos llegar a tener y no están buenas".

La cotidianeidad de Violeta no tiene coincidencias con su rol ya que "nunca tuve el rollo del casamiento como salvavidas y soy incapaz de avasallar a un hombre como hace Gaby; dependo de las convenciones románticas y necesito de la mirada del otro y que me de señales de afecto para animarme a una relación. Soy más cuidadosa".

A su labor como docente de teatro que ella describe como "un espacio para experimentar, reflexionar y aprender, aunque en este momento estoy con muchas cosas y a veces me da fiaca ir", le suma la pasión de trajinar las tablas, como hace en "Isósceles", de Mariana Chaud, en el Chacarerean Teatre.

En el triágulo amistoso amoroso que da cuerpo a la trama de la comedia, personifica a Roberta "la típica chica a quien le fue bien en los negocios y se siente poderosa, capaz de todo, casi impune; en cambio yo, en la amistad, soy mucho más compasiva".

Si bien no puede adelantar nada sobre el futuro de su personaje, desliza que "ella seguirá haciendo de todo para atrapar a Augusto(Marco Antonio Caponi), cosas grossas".

Con una agenda laboral cargada, está focalizada en su presente, pero se entusiasma al describir a otra de las mujeres a quien otorgó carnadura como en "No te enamores de mí", ópera prima de Federico Finkielstain, un drama romántico coral donde volvió a hacer pareja con Pablo Rago, com en la tira "Enséñame a vivir"(El Trece).

"Me gusó mucho hacer al peli -todavía en cartel- y allí pude jugar otra cara, mi chica es estructurada, responsable, cumple con el `deber ser` y estudia psicología, un carrera que seguí durante un par de años y todavía me dan ganas de retomar", afirma.

Una suerte de mapa del alma femenina conforman los distintos trabajos de Violeta quien suele recurrir siempre al humor para encararlos ya que, considera, "te salva, tiene el poder de desdramatizar cualquier situación".