Los deportados son cinco ciudadanos chinos, tres tayikos, un ruso y un alemán, y fueron interceptados ayer por las fuerzas de seguridad turcas en las proximidades de la localidad de Ceylanpinar, en la provincia de Sanliurfa, fronteriza con el territorio kurdo de Siria sobre el que Estado Islámico (EI) lanzó recientemente una ofensiva.

Las fuentes de seguridad citadas por Hürriyet y la agencia EFE indicaron que a los detenidos se les incautó cámaras de fotos, tarjetas de memoria con imágenes y otros dispositivos.

Por otra parte, el Ejército turco interceptó a 43 kurdos de Siria que trataban de cruzar la frontera de forma ilegal y que portaban 15 fusiles AK-47 y municiones.

Las fuerzas de seguridad consideraron que algunos de ellos son miembros de las milicias kurdas que luchan contra el EI en los alrededores y decidieron cruzar la frontera para escapar de la ofensiva yihadista.

En los últimos días las fuerzas de seguridad turcas reforzaron su presencia en la frontera para hacer frente a una posible nueva oleada de refugiados y estar preparados por si se produjesen posibles incidentes con EI.

También han desplegado equipos móviles para patrullar los puntos más sensibles de la frontera, durante las 24 horas, e incrementaron los controles en los aeropuertos para prevenir el posible ingreso de combatientes extranjeros en Siria.

El número total de refugiados kurdos desplazados a Turquía en la última semana llegó a 144.000 personas, según informó ayer la portavoz de ACNUR en Turquía, Seline Ünal.