Fuerzas de seguridad sirias dispararon este viernes contra manifestantes en la ciudad de Latakia e hirieron al menos a cinco personas, mientras decenas de miles de sirios tomaron las calles de centros urbanos de todo el país en la sexta semana de protestas contra el gobierno. Unas 1.000 personas marchaban por la norteña ciudad costera de Latakia cuando agentes de seguridad de civil abrieron fuego contra la multitud con fusiles automáticos.

Decenas de miles de personas marcharon además en un barrio suburbano de Damasco y en el centro de la capital, así como también en varias otras ciudades, entre ellas la norteña y costera Banias, en la ciudad central de Homs y en Qamishli, una localidad de mayoría kurda en el noreste del país.
 
Grupos de derechos humanos internacionales y sirios afirman que más de 500 personas murieron desde el inicio de una ola de protestas contra Assad, el 18 de marzo, que arrancó con la exigencia de mayores libertades políticas pero escaló, al ritmo de la creciente represión, a pedidos de renuncia del presidente. Esta semana, Assad envió tanques y desplegó tropas y francotiradores en al menos dos ciudades y en barrios de Damasco, y más de 50 personas murieron sólo en una de esas localidades, la sureña Dera'a, desde el lunes pasado, según activistas y testigos.