Rusia y Estados Unidos acordaron una hoja de ruta para la destrucción de las armas químicas del gobierno de Siria, informó hoy el secretario de Estado norteamericano, John Kerry acompañado del canciller ruso, Serguei Lavrov. Luego de tres días de intensas reuniones en Ginebra, los cancilleres acordaron que se aplicarán "procedimientos extraordinarios en el marco de la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas para la rápida verificación de las armas químicas de Siria".

Kerry explicó que el acuerdo prevé que los sirios entreguen al personal de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas "un acceso inmediato y total para inspeccionar todos los sitios (de almacenamiento) en el país". Es decir que el gobierno sirio tendrá plazos más cortos para deshacerse de su arsenal químico que los normalmente previstos por la organización.

La inspección de los lugares donde se almacenan y se producen las armas deberá estar completada en noviembre próximo, así como también la destrucción de los equipamientos utilizados en la producción y mezcla, según lo acordado por Rusia y Estados Unidos.

Kerry agregó que los inspectores internacionales "deberán ser despachados tan pronto como sea posible para apoyar el control, remoción y destrucción" de todos los insumos relacionados con armas químicas y su producción. "La eliminación completa de todo el material de armas químicas y equipamiento debe completarse en la primera mitad de 2014", precisa el documento que explica cómo será el procedimiento de desarme dirigido a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas.

En tanto, Lavrov afirmó que el Consejo de Seguridad apoyará las decisiones que tome la organización con respecto a los procedimientos en el caso sirio. Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, vienen rechazando sistemáticamente las decisiones del máximo órgano de la ONU sobre las sanciones a Siria, entre ellas el ataque militar planificado por Estados Unidos tras una denuncia por uso de armas químicas.

La tensión se intensificó en Siria el 21 de agosto con la denuncia de un grupo opositor acerca de un ataque del Ejército con armas químicas en la periferia de Damasco. El gobierno negó el hecho y denunció que fueron sus soldados quienes hallaron gases tóxicos en un refugio de los rebeldes.
La Asociación Médicos sin Fronteras (MSF) acreditó el hecho aunque no pudo determinar qué sector utilizó las armas químicas.

Estados Unidos inició una cruzada para atacar militarmente a Siria pero el rechazo de gran parte de la comunidad internacional y la opinión pública, sumado al veto en el Consejo de Seguridad, lo obligó a buscar la aprobación del Congreso. En un imprevisto giro en los acontecimientos, Rusia propuso el lunes pasado que su aliada Siria entregue las armas químicas para ser supervisadas, Damasco aceptó y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió esperar mientras se intenta resolver por la vía diplomática.