El nuevo gobierno griego enfrentaba este miércoles su primera huelga general desde que asumió el poder en junio, en una protesta que mantenía prácticamente paralizada a Atenas, con los hospitales prestando servicios mínimos y vuelos y trenes suspendidos.

Convocada por los dos mayores sindicatos del país, que representan a la mitad de los cuatro millones de trabajadores griegos, se espera que la marcha lance a miles de griegos a las calles para protestar contra una nueva ronda de recortes demandada por la UE y el FMI .

“Las nuevas medidas son insoportables, injustas y sólo empeoran la crisis. Estamos decididos a luchar hasta que ganemos”, dijo Costas Tsikrikas, jefe del sindicato del sector público ADEDY. “Pedimos a todos los trabajadores que se unan a la marcha contra las políticas que la troika está imponiendo”, afirmó.

Las tradicionales vacaciones de verano permitieron que el gobierno conservador del primer ministro Antonis Samarás disfrutase de una calma relativa en las calles desde que asumió el poder con una estrecha ventaja, dentro de una plataforma pro-euro y pro-rescate.

Pero ADEDY y su contraparte en el sector privado GSEE predecían una gran asistencia pondrá fin a la tranquilidad estival. “Esta huelga es sólo el comienzo de nuestra lucha”, dijo la sindicalista de ADEDY Despoina Spanou.

Unos 3.000 policías, el doble de la cifra que normalmente se despliega, vigilaban el centro de Atenas y reprimieron la nueva manifestación. Atenas sufrió episodios violentos por última vez en febrero, cuando los manifestantes incendiaron tiendas y bancos mientras el Parlamento aprobaba un plan de austeridad.

Se espera que el grueso de los recortes salga de reducir los salarios, pensiones y beneficios del Estado de Bienestar, arrojando una nueva oleada de miseria sobre los griegos, que dicen que las repetidas medidas de austeridad los llevaron al límite y fracasaron en mejorar el país.

Por Continental María Inés Carpi, integrante de la Asociación de Argentinos en Grecia, consignó que la crisis económica que afecta al país no es sólo la propia del ajuste salvaje de Samarás, sino que también ha afectado fuertemente al turismo internacional, la principal fuente de divisas de la pequeña república helénica. “La gente en Europa o ha suspendido sus vacaciones o ha decidido no hacerlas en Grecia, por los altos costos que, mal que mal, tiene un viaje internacional”, señaló en Magdalena Tempranísimo.