Al confirmar el asesinato de Osama bin Laden, Barack Obama consideró que “el día de hoy” es “trascendente para todos los países que luchan contra el terrorismo”.

El presidente de los Estados Unidos se jactó de que su país “nunca tolerará que amenacen la seguridad de sus ciudadanos” y agradeció a las “brigadas antiterroristas” el éxito de su operación.