Bartolomé González y María Isabel Redondo fueron encontrados por las cámaras de los reporteros gráficos en momentos en que jugaban, él desde su tableta y ella desde el teléfono, al popular juego de internet "Apalabrados", y pese a las disculpas públicas que dieron en su momento, recibieron una sanción de 300 euros.

Por poco que parezca la sanción económica, fuentes del Grupo Parlamentario Popular afirma que su régimen interno establece que esa es la sanción máxima para ese tipo de contravenciones.

El hecho del que ahora se conoce la sanción tuvo lugar el 27 de diciembre, mientras el pleno de al Asamblea debatía la privatización de seis hospitales, y en momentos en que el personal de la sanidad madrileña llevaba un mes de movilizaciones en contra del proyecto.

Tras la condena social por el hecho, González escribió en su cuenta de twitter: "Mil perdones. No vale ninguna excusa", sin nombrar el incidente. En tanto, Redondo afirmó por el mismo medio: "Lamento mucho lo sucedido, no hay excusa. Y por supuesto no volverá a suceder. Lo siento".